Desde que no puedo hacer nada en mi
casa, ha pasado de todo y nada bueno... Por ejemplo, acabo de pagar
ahora mismo 35 € al fontanero que vino a desatascar el fregadero tras
tres días de vanos intentos por parte de los que usan
la cocina. ¡Vete a saber lo que cae en ese fregadero! Y mira que tengo
hasta el alambre desatascador.
Mi cuarto de baño es muy pequeño. Cuando
compré el piso, hice una reforma y quedó bien. Puse una ducha con un
muro, como en las piscinas, con un escalón, pero cuando ya no pude
subirlo, tuve que derruir todo y poner la ducha
a ras del suelo.Durante unos años no pasó nada, pero hace un tiempo
empiezan a llamar a la puerta para decir que de mi cuarto de baño caían
gotas en el garaje, venía el fontanero y decía que era del bajante...
Pasaba el tiempo y no se resolvía
el asunto. Yo me pongo nerviosa con estas cosas, no me gusta molestar a
nadie. Finalmente mi yerno, que es pintor, se puso a levantar el suelo
para ponerle un aislante, etc... Una semana
de trabajo duro, a la vista quedó perfecto, pero no le dió la
inclinación debida y se nos arriaba el cuarto de baño. Finalmente
tuvieron que venir unos albañiles y empezar de cero...
No sé que pasó con la puerta del baño
que tiene este aspecto desde mucho antes de la obra. Sabía que había
algo porque cuando pasaba con la silla me arañaba los pies.
Mis nietos de 3 años y medio, 2 y medio y
casi 2, son auténticos destructores del hogar. Aquí había una puerta
con un cristal que Rubén, el pequeño, se encargó de romper.
Esto era una pulsera mía que Damian usó como juguete.
Aquí estaba el alzapaño de la cortina, creo que los 3 han colaborado en la obra.
Aquí había un aplique igual que este otro, que se le quedó en 2 trozos a Mylena al limpiar ¿casualidad?
En estos tornillos había yo colgado el
lagarto típico de Ibiza que me trajo Mylena hace unos 12 años. Rosalía
fue la autora de su muerte.
Este cuadro se cayó misteriosamente de la pared pero el tornillo se quedó bien firme.
Este otro también, roto el cristal...
Esta foto la tenía Ángel en su casa en
un marco, aunque no me gusta, la recuperé tras su muerte. Los 2 hermanos
han roto el cristal delante de mí. Qué sufrimiento cuando veo que
pueden cortarse y yo sin poder moverme... Menos
mal que siempre hay alguien cerca.
Esta mesa donde están sentados Lisa y
Rubén, solía tener un pequeño mantel de los muchos que hacía "en mi
tiempo libre", y algo bonito encima. Antes de nacer Damian quería lijar y
barnizar esta mesa de madera maciza... Menos
mal que no lo hice porque desde que son 3 se suben para mirar por la
ventana y de paso manchar y tirar de la cortina.
Los mandos dejan de funcionar, hay que
esconder todo lo que sea tecnología porque son como científicos, quieren
saber el cómo y el porqué de las cosas.
Los ventiladores y radiadores pierden sus ruedas.
Mis máquinas son un misterio para ellos,
aunque parece que han entendido la frase mil veces repetida: "Las cosas
de la abuela no se tocan". Lisa casi siempre que me da un beso dice "no
he movido el tubo de la abuela".
Tengo que decir que Lisa sola es un cielo, pero los tres juntos nunca se sabe lo que se los puede ocurrir...
Me pregunto porqué siempre rompen cosas que me gustan. Como las dos fuentes con pinturas tipicas de mi tierra...
También es verdad que cuando hay niños no se culpan mayores...
¡Ay señor, qué trio más peligroso! En fotos son angelitos...
(Que acertada estuve cuando compré la mesa y las sillas para comer.
Son de hierro, la mesa con la tapa de madera y las sillas con cojines. Ahí tambien se suben.
Lo cierto es que a estas alturas poco me importan sus trastadas, con tal de verles y oírles. A veces, cuando llora alguno, siento un
nudo en la garganta, casi lloro con ellos. Qué impotencia no poder
cogerles en mis brazos y consolarles.
¿Por qué seré tan sensible?
(Escrito con la mirada)